WAN SHU
El arquitecto chino Wang Shu, Premio Pritzker de 2012, considerado el Nobel de la Arquitectura, por una obra artesanal, respetuosa con el medio ambiente y de gran profundidad filosófica, en la que conviven de forma armoniosa tradición y modernidad.
«El hecho de que se haya elegido a un arquitecto chino supone un importante paso en el reconocimiento del papel que va a jugar China en el desarrollo de los ideales arquitectónicos. Además, el éxito del urbanismo chino en las próximas décadas será importante, no ya para China, sino para el mundo entero»,
«Este urbanismo, como el del resto del mundo, requiere estar en armonía con la cultura y las necesidades locales» y, en el caso de China, debe compatibilizar «sus tradiciones y su pasado con las exigencias de un desarrollo sostenible», señaló el promotor del galardón.señaló Pritzker.
Tres de las obras principales de Wang Shu son la Biblioteca del Colegio Wenzheng en la Universidad de Suzhou, el Museo de Historia de la ciudad portuaria de Ningbo y el Campus Xiangshan de Bellas Artes de Hangzhou, así como el pabellón de Tengtou-Ningbo en la Exposición Universal de Shangai.
Sus edificios poseen la particular cualidad de equilibrar una presencia imponente mientras, simultáneamente, son capaces de funcionar con eficiencia y crear un entorno sereno. Enfrentarse a los retos constructivos y emplearlos a su favor, expresando la posibilidad de usar cuidadosamente los recursos disponibles y el respeto a la tradición mediante el uso de tecnologías constructivas contemporáneas.
«Trabajo únicamente con lápiz. Diseño de manera comparable a la de un pintor tradicional chino», y reivindica la persistencia de la continuidad en la arquitectura, el peso de la tradición: una inquietud que despertó en él, según cuenta, cuando entre 1990 y 2000 trabajó exclusivamente junto a artesanos, adquiriendo un sólido conocimiento sobre métodos de construcción.
Un conocimiento que se reflejaría en su Museo de Historia de Ningbo, basado en la recuperación de la tradición del uso de materiales procedentes de destrucciones causadas por terremotos o tifones, logrando así una riqueza textural y visual «que transmita antes la precisión del sentimiento que la perfección de la construcción». Otras de su grandes obras son un Bloque Vertical de Viviendas (Hangzhou, 2007); Casa Cerámica (Jinhua, 2006); Cinco Casas Dispersas (Ningbo, 2006) y Campus Xiangshan en la Academia China de Arte (2007)
Wang, nacido el 4 de noviembre de 1963 en Urumqi, en la remota región uigur de Xinjiang, solo ha trabajado dentro de China y ha desarrollado la mayor parte de su obra en Hangzhou, a 170 kilómetros al suroeste de Shangai, donde dirige desde 1997 junto a su esposa, Lu Wenyu, el estudio Amateur.
Wang Shu (Urumqi, 1963) es, entre la nueva generación de arquitectos chinos, el que resulta más fácil de comprender desde un punto de vista occidental. Un detalle que no pasó por alto a las autoridades de su país, que le eligieron para representar a China en la Bienal de Arquitectura de Venecia de 2006 y que, posiblemente, haya que tener presente para entender con menos sorpresa el que este arquitecto haya sido laureado con el premio Pritzker 2012, imponiéndose sobre cualquiera de los previsibles nombres de candidatos con que anualmente se especula.
Enfrentarse a los retos constructivos y emplearlos a su favor, expresando la posibilidad de usar cuidadosamente los recursos disponibles y el respeto a la tradición mediante el uso de tecnologías constructivas contemporáneas.